Hoy en clase, durante la asamblea, ese rato mágico, donde vas conociendo a los niños día a día y poco a poco ,donde te cuentan lo que piensan , lo que saben, lo que les pasa... esos pequeños retazos de su vida tan importantes para ellos, me he acordado de este texto maravilloso que me lleva a preguntarme si soy o somos verdaderos "escultores".
La frase del pequeño era bastante más que una gracia infantil. Porque la verdad es que el caballo estaba , en realidad, ya dentro de aquel bloque. Y que la capacidad artística del escultor consistió precisamente en eso: en saber ver el caballo que había dentro, en irle quitando al bloque de piedra todo cuanto le sobraba. El escultor no trabajó añadiendo trozos de caballo al bloque de piedra, sino liberando a la piedra de todo lo que le impedía mostrar al caballo ideal que tenía en su interior. El artista supo ver dentro lo que nadie veía. Ese fue su arte.
Con la educación de los humanos pasa algo muy parecido ¿Han pensado alguna vez que la palabra educar viene del latín edúcere, que quiere decir exactamente: sacar de dentro? ¿Han pensado que la verdadera genialidad del educador no consiste en añadirle al niño las cosas que faltan, sino en descubrir lo que cada pequeño tiene ya dentro al nacer y saber sacarlo a la luz?
Muchos padres y educadores se equivocan cuando luchan para que sus hijos se parezcan a ellos o a su ideal educativo o humano.Padres que quieren que sus hijos se parezcan a personajes que han triunfado en la vida. Pero su hijo no debe parecerse a nadie. Su hijo debe ser, ante todo, fiel a sí mismo. Lo que tiene que realizar no es lo que haya hecho el vecino, por estupendo que sea. El niño tiene que realizarse a sí mismo y realizarse al máximo.Tiene que sacar de dentro de su alma la persona que ya es, lo mismo que del bloque de piedra sale el caballo ideal que dentro había.
Un buen padre, un buen educador, es el que sabe ver la escultura maravillosa que cada uno tiene, revestida tal vez por toneladas de vulgaridad. Quitar esa vulgaridad a martillazos -quizá muy dolorosos- es la verdadera obra del genio creador."
Este texto pertenece al castellano-manchego JOSE LUIS MARTÍN DESCALZO
"Cuentan que un pequeño, vecino de un gran taller de escultura, entró un día en el estudio del escultor y vio en él un gigantesco bloque de piedra. Y que, dos meses después, al regresar encontró en su lugar una preciosa estatua ecuestre. Y, volviéndose al escultor, le preguntó: ¿Y cómo sabías tú que dentro de aquel bloque había un caballo?
La frase del pequeño era bastante más que una gracia infantil. Porque la verdad es que el caballo estaba , en realidad, ya dentro de aquel bloque. Y que la capacidad artística del escultor consistió precisamente en eso: en saber ver el caballo que había dentro, en irle quitando al bloque de piedra todo cuanto le sobraba. El escultor no trabajó añadiendo trozos de caballo al bloque de piedra, sino liberando a la piedra de todo lo que le impedía mostrar al caballo ideal que tenía en su interior. El artista supo ver dentro lo que nadie veía. Ese fue su arte.
Con la educación de los humanos pasa algo muy parecido ¿Han pensado alguna vez que la palabra educar viene del latín edúcere, que quiere decir exactamente: sacar de dentro? ¿Han pensado que la verdadera genialidad del educador no consiste en añadirle al niño las cosas que faltan, sino en descubrir lo que cada pequeño tiene ya dentro al nacer y saber sacarlo a la luz?
Muchos padres y educadores se equivocan cuando luchan para que sus hijos se parezcan a ellos o a su ideal educativo o humano.Padres que quieren que sus hijos se parezcan a personajes que han triunfado en la vida. Pero su hijo no debe parecerse a nadie. Su hijo debe ser, ante todo, fiel a sí mismo. Lo que tiene que realizar no es lo que haya hecho el vecino, por estupendo que sea. El niño tiene que realizarse a sí mismo y realizarse al máximo.Tiene que sacar de dentro de su alma la persona que ya es, lo mismo que del bloque de piedra sale el caballo ideal que dentro había.
Un buen padre, un buen educador, es el que sabe ver la escultura maravillosa que cada uno tiene, revestida tal vez por toneladas de vulgaridad. Quitar esa vulgaridad a martillazos -quizá muy dolorosos- es la verdadera obra del genio creador."
Este texto pertenece al castellano-manchego JOSE LUIS MARTÍN DESCALZO
Me encantó este texto.Exelente reflexión!!Quizás la utilice en mi próxima reunión de padres.Muchas gracias.
ResponderEliminarCariños
HOLA PILAR, TAMBIEN TE DESEAMOS UN BUEN COMIENZO, GRACIAS POR PASARTE POR NUESTRO BLOG.
ResponderEliminarSALUDOS ANGELA.
Hola Pilar!!¿Cómo te está llendo con tus nuevos enanitos de 4? Es muy cierto lo que contás sobre el otoño,tiene su encanto con esa paleta de ocres y dorados que nos brinda.
ResponderEliminarSiempre me dejás lindos comentarios¡Muchas gracias!
Un beso grande!